5 de noviembre de 2016

6° FM MD CIENCIA FICCION



APROXIMACIÒN A LA LITERATURA DE CIENCIA FICCIÒN

Todo lo que un hombre es capaz de imaginar,
                                     Otros hombres serán capaces de realizarlo”
                                                                          JULIO VERNE
Según el diccionario literario la ciencia ficción es un género narrativo que ha alcanzado un extraordinario desarrollo en el siglo XX. Arranca en cierto modo de la novela de aventuras y sirviéndose de los adelantos técnicos, especula con ellos guiándose por la fantasía y la imaginación, y no sólo se adelanta a épocas futuras, sino que además ofrece una reflexión sobre el comportamiento humano. Su origen hay que buscarlo en una literatura utópica, en la que imagínale futuro a partir de unas previsiones más o menos científicas.
Con la revolución industrial y las transformaciones tecnológicas surgen en la segunda mitad del siglo XIX una literatura de prospección del futuro que confía en los avances del progreso y de la técnica y reflexiona sobre los cambios que supondrían para la vida humana. Aparecen una serie de “Viajes al año 2000” pero sobre todo, las obras de Julio Verne (1828 1905) . son emblemáticas de este nuevo género.
La ciencia ficción es el género de literatura que se ocupa de los cambios que se producen en la ciencia y en la sociedad. Le interesa criticar, ampliar, revisar, y revolucionar todos los modelos científicos estáticos.
La literatura de anticipación a ciencia ficción hace ya bastante tiempo que al alcanzado el rango de literatura seria. La gran tarea educativa que ha tenido ha sido la de preparar al hombre de la calle para los adelantos científicos del siglo XX.
Los orígenes de la ciencia ficción se remontan a la antigüedad:
Ilustración de Los viajes de Gulliver
Jules Verne

El tema de la ciencia ficción en un sentido amplio ha sido abordado por la literatura fantástica desde tiempos remotos. Así por ejemplo, la epopeya babilónica de Gilgamesh habla de la búsqueda del conocimiento verdadero y la inmortalidad; mientras que el mito griego de Dédalo abre las puertas a la posibilidad de volar; y la Verdadera Historia (c. 160 d. C.) de Luciano de Samosata relata un viaje a la Luna. Los viajes imaginarios y los cuentos de seres extraños que habitan en tierras lejanas fueron comunes en las literaturas griega y romana y hallaron una nueva forma de expresión en los libros de viajes del siglo XIV escritos en francés bajo el seudónimo de John Mandeville. El tema del viaje a la Luna fue tratado por personajes tan dispares como el escritor francés Cyrano de Bergerac y el astrónomo alemán Johannes Kepler en el siglo XVII; o el filósofo novelista británico William Godwin en el siglo XIX. Otro de los temas generalmente tratados en los relatos de ciencia ficción es la estructura de sociedades o mundos mejores. En este sentido cabe considerar La República de Platón (siglo IV a. C.) como una primera muestra del género, que revivió posteriormente con la publicación de la Utopía (1516) de Tomás Moro. Las historias basadas en viajes imaginarios tenían por lo general una finalidad satírica; tal es el caso de los Viajes de Gulliver (1726), obra del escritor satírico inglés Jonathan Swift y acaso uno de los ejemplos más logrados y exquisitos del género. Pero la ciencia ficción no habría podido existir en su vertiente moderna sin el reconocimiento de los profundos cambios sociales derivados de la Revolución Industrial (c. 1750). La novela gótica del siglo XVIII tiene uno de sus más brillantes ejemplos en Frankenstein (1818) de la novelista británica Mary Shelley, una obra impregnada por la creencia en las infinitas posibilidades de la ciencia. Numerosos autores del siglo XIX escribieron relatos o novelas de ciencia ficción en uno u otro momento. Sin embargo, el gran maestro del género fue sin lugar a dudas el escritor francés Jules Verne, que aborda cuestiones como la geología y la espeleología en Viaje al centro de la tierra (1864), el viaje espacial en De la tierra a la luna (1865), y describe las maravillas de las profundidades oceánicas en Veinte mil leguas de viaje submarino (1870).


Se trata de un género literario que se rige por sus propias leyes. Situada en la vanguardia de la investigación reproduce los programas alcanzados por la ciencia ya veces genera incluso ideas que ésta puede utilizar, ya que no sólo está destinada a divertir o distraer sino que además anuncia el porvenir, prevé nuevos adelantos científicos sobre bases científicas, el escritor de anticipación estimula la agudeza del espíritu y la disposición del hombre a aceptar un mundo en constante transformación.
El británico Arthur Clarke autor de una treintena de libros sobre vuelos y naves interplanetarias ha dicho que los dinosaurios desaparecieron porque no se pudieron adaptar a un medio de continua transformación. Y Vaticinó: “Nosotros también desapareceremos si no nos adaptamos a un mundo que ya incluye entre sus nuevos elementos naves interplanetarias y armas termonucleares.”
La ciencia ficción es un género literario basado en la ciencia.
Como género abarca: relatos fantásticos (extraterrestres y monstruos) los viajes a través del tiempo, la colonización del espacio, las catástrofes y toda una gama de relatos utópicos, además de la predicción y la transpolaciòn especulativa a partir de meros hechos científicos
Como la ciencia misma, ésta es un producto de la imaginación. Muchas veces la realidad de la ciencia parece más increíble que las más fantásticas invenciones de la ciencia ficción. Es entonces natural que una y otra se enriquezcan mutuamente. Así como la ciencia ha marcado todos los aspectos de la vida: arte, educación, organización social. ..la ciencia ficción nos educa para aceptar esa nueva influencia, alertarnos contra sus peligros y mostrarnos las inmensas posibilidades que nos brinda.
El vínculo mayor entre la ciencia y la ficción científica que hace de ambas una excelente paradoja en la danza de la realidad es la imaginación. La fantasía contribuye a estimularnos, ya que el hombre es la única criatura dotada de imaginación y capaz de concebir lo que no existe. Su pensamiento puede conquistar el espacio y el tiempo, crear lo que jamás hubo y hacer avanzar las fronteras de la ciencia.
Este género tiene notables escritores como Ray Bradbury (EEUU 1920) considerado el Julio Verne norteamericano, Isaac Asimov, George Orwell y Aldous Huxley. Pero la gran personalidad del género quien en la segunda mitad del siglo XIX creó esta literatura es Julio Verne, literato francés gestor de la novela científica y geográfica, notable por su inventiva y conocimientos científicos.
El término “ciencia ficción” fue empleado por primera vez por el periodista Hugo Gernsbach, en Estados Unidos en 1926, aunque fue también él que fundó la primera revista del género. El autor sólo quería subrayar el cruce de verdad y ficción: un punto de contacto que es el sitio mismo del arte.
Según Jorge Albistur en el capítulo “La literatura de ciencia ficción” el término ni siquiera grupo un conjunto de obras literarias pues ya hace muchos años se proyectó “Rodan” un filme japonés en el cual la tierra aparecía invadida por monstruos pterodáctilos acorazados, supersónicos y radiactivos. Después hubo en la pantalla invasiones de toda clase de seres, y hasta Tarzán apareció luchando con misteriosos enemigos cubiertos de escamas, cuyo aspecto antediluviano hacía pensar en las posibles semejanzas entre el pasado y el futuro.
Así, el buen salvaje de nuestros regocijos infantiles comenzó acompañar la evolución misma del hombre, desde el mono hasta la era de la tecnificación y el cosmos. Pero entre tanto todo ocurría la ciencia ficción desbordaba claramente el arte de la palabra, para refugiarse en las historietas, los comics del mundo anglosajón en folletines y otras formas de subliteratura
¿Cuál es el criterio para denominar una obra como perteneciente a la ciencia ficción ?
¿O se aceptará todo ese oscuro río de imaginaciones de cualquier tipo? Las desigualdades son muchas, no solo porque entre un Isaac Asimov Y un fabulador cualquiera las distancias .Algunos ven el futuro con un fe admirable en las posibilidades de la humanidad, otros plantean el insistente asunto de las malas aplicaciones de la técnica y es más, otros, como Ray Bradbuy, en el libro que se propondrá “Fahrenheit 451” pinta una sociedad en la cual el libro es tabú y está prohibido leer. Es así que la ciencia ficción no conoce ninguna ideología colectiva.
Por su parte, Lauro Marauda en su libro “Un conejo en una galera espacial” señala que mucho se ha escrito y disertado sobre ello. Es verdad, la falta de unanimidad en la definición adopta múltiples variantes, desde las más restrictivas a las más inclusivas. Para las primeras, muy poco abarca la ciencia ficción. Por ejemplo, una enumeración juvenil de Asimov, la restringía extraordinariamente: “la ciencia ficción trata sobre científicos que se ocupan de la ciencia en el futuro” .En el otro extremo, Juan Campbell, el más famoso editor de este tipo señalaba “historias de ciencia ficción son todas aquellas que compran los editores de ciencia ficción” definición que incluía cualquier cosa dentro del género, pero que ponía el acento es su esencial indeterminación.
Sin embargo, algunas características intrínsecas asoman con alguna evidencia. La ciencia ficción constituye fundamentalmente una vertiente literaria muy cercana a la fantasía en cuanto a su no necesaria referencia a acontecimientos ocurridos u ocurribles. No obstante, la misma similitud encierra la diferencia.
Mientras en la fantasía nunca suceden episodios verosímiles, en la ciencia ficción puede adelantarse lo que vendrá o ensayarse hipótesis luego verificables científicamente. De hecho, la ciencia ficción ha anticipado el uso de la bomba atómica y los viajes a la Luna (“De la tierra a la Luna” de Julio Verne)
La fantasía siempre tiene a lo inverosímil, la ciencia ficción no siempre, el propio ingrediente científico ladota de otro rigor.
El propio Isaac Asimov (1920 1992) aproxima una definición: “es la rama de la literatura que trata sobre las respuestas humanas a los cambios en el nivel de la ciencia y la tecnología”








UBICACIÓN LITERARIA DE RAY BRADBUY



El autor forma parte de la más importante generación de escritores estadounidenses de cienFahrenheit 451 , obra publicada en 1953, donde Ray Bradbury describe un hipotético futuro en el que la palabra escrita está prohibida. El título se refiere a la temperatura a la cual el papel entra en ignición.
Montag es un bombero incendiario, su trabajo es quemar libros, cuyos dueños (un grupo de rebeldes, que resistiendo a un estado totalitario, memoriza obras literarias) son llevados a la cárcel o a manicomios. Pero Montag tiene inclinaciones poéticas, lo cual le traerá muchos problemas. Este libro es una advertencia contra la cultura mas-mediática que aún sigue dominando nuestra época.
Fahrenheit 451, es la historia de Guy Montag, bombero, que en un futuro previsible tiene como oficio principal el de quemar libros.
Lo que pensó Ray Bradbury antes de escribir el libro (1953) :
Al escribir esta novela corta pensé que escribía un mundo existiría dentro de cuatro o cinco décadas. Pero una noche, en Berverly Hills, hace solo unas semanas, se cruzaron conmigo un hombre y una mujer que paseaban con un perro. Me quede mirándolos, estupefactos. La mujer llevaba en la mano una radio del tamaño de un paquete de cigarros, con una antenita temblorosa. Salían del aparato unos alambres que terminaban en un cono insertado en la oreja derecha de la mujer. Allí iba ella, olvidada del hombre y el perro. Escuchando vientos lejanos, murmullos y gritos de folletines musicales, caminando como sonámbulo, y el marido que bien podía no haber estado allí, la ayuda a subir y bajar las aceras. Esto no era un hecho nuevo en nuestra cambiante sociedad”.
Mundo que presenta la obra
Es de ciencia- ficción, genero narrativo que describe situaciones y aventuras de un futuro imaginario; Esta novela clásica de un futuro literario, la visión de Bradbury es asombrosamente profética: pantallas interactivas del tamaño de una pared, avenidas donde los autos corren 150 kilómetros por hora persiguiendo a peatones, una población que no escucha otra cosa que una corriente constante de música y noticias trasmitidas por unos minúsculos auriculares insertados en las orejas, Fahrenheit 451 es él más conveniente de los infiernos conformistas. cia ficción y fantasía, aquella que publica sus obras fundamentales por la década de 1950. Al período que comienza en 1938 (año en que Campbell), gran editor del género, se hace cargo de “Astrounding Stories” rebautizada “Astrouding Science Fiction” culmina en la década del 60 se le denomina “edad de oro” del género. Por los años 50 aparecen las mayores creaciones de varios autores, hoy verdaderos clásicos de esta vertiente literaria. Es el caso de “los cristales soñadores” (1950) y “Más que humano” (1953 de Theodore Sturgeon, “Yo, robot” y la trilogía “Fundación” de Isaac Asimov (1949), “Crónicas marcianas” (1950) y “El hombre ilustrado” de Ray Bradbury.
Las creaciones literarias de Bradbury abarcan desde piezas teatrales, novelas y selecciones de cuentos, hasta textos para televisión, cine, operetas y radio.
Desde el punto de vista narrativo, las obras principales de este escritor reconocidas por la critica especializada y por numerosas traducciones y reediciones son las siguientes:
Crónicas marcianas” 1950.,“El hombre ilustrado” (1951), “Las doradas manzanas del sol”(1953)
Fahrenheit 451” (1953), “El país de octubre” (1955), “La feria de las tinieblas” (1962),”las maquinarias de la alegría” (1964),”Fantasmas de lo nuevo o “Yo canto al cuerpo electrónico” (1969) ;”El árbol de las brujas” (1972) también para niños, “Cementerio para lunáticos” (1990) “Sombras verdes, ballena blanca” (1991) y “En el expreso al norte” (1991
Con respecto a la novela que hemos elegido para este eje temático, Ray Bradbury escribió Fahrenheit 451, tomando como idea principal, la de un lugar en el tiempo, en donde los bomberos ya no apagaban incendios, sino que los provocaban. El objetivo principal de esta especie de cuerpo de seguridad era deshacerse de la lacra que carcomía los cerebros de una sociedad complaciente, es decir, los libros.
Precisamente su título alude al grado en la escala Fahrenheit en que el papel se quema. Afortunadamente, siempre existe un elemento que se les escapa a los incendiarios y esto es: la conciencia del hombre.

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