14 de marzo de 2010

"LA LITERACIDAD ELECTRÒNICA"

LA LITERACIDAD ELECTRÓNICA

El azar ha querido que seamos testigos de una revolución comunicativa trascendental: la expansión de la comunicación electrónica. Aunque el primer ordenador personal se comercializara hace sólo veinticinco años, que los primeros correos electrónicos no militares sean de 1970 o que Internet naciera para el común de los mortales en 1995, hoy ya somos muchos lo que dedicamos varias horas al día a leer y escribir en una pantalla. Nos guste o no, la literacidad está migrando hacia los formatos electrónicos, a un ritmo rápido e irreversible. La comunicación electrónica – con ordenador, pantalla e Internet – esta sustituyendo a la escritura con papel y lápiz, con libros, cartas y correo postal.

En Internet, elegimos hoteles y vuelos, consultamos los síntomas de una enfermedad, nos informamos con las portadas de prensa, atendemos nuestro correo, participamos en foros de nuestro ámbito, chateamos con amigos ¿Quién sale de casa para trasladarse a una biblioteca, hacer cola y conseguir un libro prestado, cuando en pocos clics puedes conseguir casi lo mismo en red?

¿Usas Internet? ¿Lo usas como mínimo una vez al mes? Si es así, formas parte de los 835 millones de internautas que había en febrero de 2005 según varias estimaciones. Si ya lo usabas en septiembre de 2002, entonces también eras uno de los 605.6 que había entonces. Y si todavía no lo usas, quizás quieras sumarte a los 1000 millones que se esperan para 2006 o de los 2000 que se esperan para 2010., según Castells (2001) ¿Te vas a quedar fuera de estas estadísticas? ¿Crees que se puede participar plenamente en el mundo actual sin Internet. ¿Y en el futuro?

Los servidores conectados a la red también crecen sin parar. Se incrementa el porcentaje de personas que disponen de correo electrónico, que adquieran productos en cibertiendas o que ocupan buena parte de su tiempo libre en Internet. Algunos ámbitos sociales como la investigación científica, la educación superior, el ocio o el periodismo están sufriendo aceleradas transformaciones. Algunos estudios descubren que preferimos el correo electrónico a la conversación telefónica o incluso al encuentro cara a cara para resolver determinadas tareas profesionales ¿No es cierto que a veces escriben un e- mail incluso cuando tienes el móvil de la persona q quien te diriges?

Internet también despierta críticas y recelos. La literacidad electrónica incrementa la desigualdad social: ensancha la distancia entre ricos y pobres, entre los que acceden a la información y los que no pueden obtenerla No olvidemos que hoy, al lado de estos mil millones de internautas, hay otros millones de seres que ni pueden leer papeles o libros ni disponen de electricidad, agua corriente o alimentos. Internet marginaliza a los escritores analógicos, reduce la diversidad lingüística, favorece las lenguas francas como el inglés y las que usan el alfabeto romano. Aunque supuestamente permita que cualquiera sea receptor y productor de conocimiento en la práctica una inmensa mayoría consumimos los contenidos que produce una pequeña minoría., concentrada en un continente, un idioma y una cultura: Es una nueva forma de colonización cultural, reprochan algunas voces. Pero nada de esto consigue parar su crecimiento y su expansión mundial.

Con Internet, leer adquiere nuevas prácticas y estrategias: el horizonte cuadrado de la hoja blanca se convierte en una imagen policromada y versátil en la pantalla, la simple redacción manuscrita se sofistica y automatiza con los programas informáticos, el lector local y restringido del papel se multiplica y diversifica en la red. La literacidad está ampliando sus usos e incluso está modificando su naturaleza.

El impacto de esta nueva literacidad es cotidiano y enorme. Algunos la han comparado con la invención de la imprenta o la expansión de la radio y la televisión. Entramos en contacto con personas que de otro modo nunca habríamos conocido; con apodos inventados y fotografías retocadas, construimos identidades electrónicas adaptadas a cada situación: buscamos información en línea en vez de recurrir a una enciclopedia. Surgen nuevas prácticas comunicativas, con nuevos géneros (correo electrónico, conversación o chat, páginas o sitio) estructuras (hipertexto, intertextualidad) registros (teclado, coloquial, y formas lingüísticas. A partir de estas prácticas, también evolucionan los procesos implicados en la lectura y la escritura. Se aventuras cambios significativos en la cultura y las formas de pensamiento de las sociedades

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

DANIEL CASSANY “Tras las líneas. Sobre la lectura contemporánea”.

Capítulo “La literacidad electrónica”

No hay comentarios:

Publicar un comentario