29 de mayo de 2016

AGUSTINA CACHON. 6 SH


 La Cruel Realidad por Carver

                                                                                           Agustina Cachón

Raymond Carver fue cuentista y poeta estadounidense, escribió solo cuatro libros de cuentos  pero de mucho reconocimiento.  Nace en 1939 y fallece en 1988, viviendo solamente 49 años. En la primera etapa de su vida, pasó por un estado caótico invadido de desgracias; sufre un matrimonio fallido y padece alcoholismo, fenómenos que plasma en gran parte de sus obras, por lo que se le atribuye un estilo particular al autor: “realismo sucio” o “realismo pesimista” denominación dada por uno de sus críticos Francisco Rodríguez Criado.
Carver escribe obras que plasman vivencias de la cotidianidad, cuyo elemento se denota por la carencia de finales cerrados o concretos en muchas de sus producciones; en las que se observa con mayor notoriedad es en “El padre”, en la cual el relato finaliza sin un cambio con respecto a lo que sucedía anteriormente, es decir, no se concreta nada puntualmente, sino que termina la obra con una simple descripción de la situación tal cual como se da en todo el relato, no hay cambios ni conclusiones: “...miraron al padre, que seguía sentado en la cocina. Se había dado la vuelta en su silla y tenía la cara pálida y sin expresión”. En “Mecánica Popular” también se denota este hecho, cuando la historia entre la disputa de una pareja llega a su punto de máxima tensión, el autor termina la obra sin concluir la situación, deja  la duda y la mente totalmente abierta al lector para que se imagine cómo continuaría la misma: “Él vio que el bebé se le escurría de las manos, y estiró con todas sus fuerzas. Así la cuestión quedó zanjada.” Otra de las particularidades que presentan las producciones carverianas con respecto al realismo, es que sus obras no sorprenden al lector, quizás porque sea él mismo quien no se sorprende. “El Padre” es la producción en la que más se visualiza esta característica, la obra no es más que un relato familiar común y cotidiano, en el cual no se observan acontecimientos impactantes ni sorprendentes, solo se puede decir que es una descripción de una mañana familiar donde el centro o punto de atención es el bebé y su padre.
Este realismo característico del autor viene acompañado de una fuerte negatividad, de allí la denominación de “realismo sucio”. Se refleja en diferentes fenómenos experimentados por el mismo autor, Carver, en esa primera etapa de su vida, que claramente los plasma en sus obras. El alcoholismo, una triste enfermedad relacionada a la adicción, y vivida por él, aparece de forma explícita en “Quieres hacer el favor de callarte, por favor” en donde justamente el personaje principal es quién lo padece: “...dio en beber todas las noches. Bebía tanto que llegó a ser una celebridad, recibió el sobrenombre de "Jackson" en honor del barman...”. En “Mecánica Popular” se puede decir que aparece este fenómeno, si bien no de forma explícita, se puede deducir ya que el relato se basa en una discusión matrimonial en donde aparece la violencia en una cocina, suceso muy común o relacionado con el alcoholismo. La violencia, es otro aspecto que denota la negatividad de Carver; aparece tanto en “Quieres hacer el favor de callarte, por favor” del modo físico, en el fragmento: “...con el puño echado hacia atrás para golpear de nuevo. Luego ella decía: "No he hecho nada ¿Por qué me has pegado?”, como en “Mecánica Popular” también del modo físico: “Siguió agarrando con fuerza al niño y empujó con todo su peso”, y a su vez del modo verbal y psicológico: “¡Hijo de perra! ¡Estoy contentísima de que te vayas!”.
Un tercer acontecimiento negativo experimentado por Carver y reflejado en sus obras, es el fracaso en el amor, en el matrimonio; esto es temática principal de “Mecánica Popular” donde específicamente todo el relato trata de la disputa de una pareja y de su separación física: “¡Estoy contenta de que te vayas!, gritó.” “Él siguió metiendo sus cosas en la maleta”. Y de “Quieres hacer el favor de callarte, por favor” en la cual, a su vez, se da a conocer el motivo del fracaso matrimonial, la infidelidad: “-Sí, me besó unas cuantas veces” “ ¿Dónde has estado toda la noche”?
Otra particularidad que presentan los textos de Carver, es el minimalismo, la economía de recursos. Es posible entonces, recrear sus obras con pocos elementos; un claro ejemplo es “Mecánica Popular” en la cual no se necesita más que una cocina, una pareja con un niño, y quizás una maceta, un objeto al cual Carver le da importancia: “En la pelea tiraron una maceta que colgaba atrás de la cocina”.
Otras características más generales en sus producciones, son sus personajes poco importantes, nunca héroes, sino  seres que sufren, a los cuales Criado los denomina como “perdedores”. La economía del lenguaje, en pocas palabras es capaz de decirnos mucho, dice todo lo más posible en oraciones breves. En cuanto a su relación con sus textos, es decir, su postura como narrador, él es imparcial, se mantiene neutral, no participa; jamás da a conocer su postura al no darle la razón a ninguno de sus personajes, ya que no busca dejar enseñanzas ni moralejas. Un claro ejemplo de su neutralidad como narrador es en “Mecánica Popular” la cual muestra la discusión en una pareja, dos posturas diferentes, pero nunca opta por ninguna, ni siquiera toma una inclinación.
Desde lo personal, considero útiles las obras carverianas, si bien muestran mucha negatividad y tragedia, es capaz de “bajarnos” a la realidad, de mostrarnos su lado oscuro convirtiéndonos en conocedores de esto, a lo cual a mi parecer muchos autores no se atreven, y prefieren “endulzarnos” con cuentos de hadas, sobre todo para el público adolescente y joven.


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