ANGELINA VUNGE: LAS HUELLAS QUE DEJÓ ANGOLA.
“El
hombre que se complace así en dibujar su propia imagen se cree digno
de un interés privilegiado. Cada uno de nosotros tiene tendencia a
considerarse como el centro de un espacio vital: yo supongo que mi
existencia importa al mundo y que mi muerte dejará al mundo
incompleto. Al contar mi vida yo manifiesto más allá de la muerte,
a fin de que se conserve ese capital precioso que no debe
desaparecer”
G.
Gusdorf
Angelina
Manuel Vunge nació
el 2 de agosto de 1978 en Angola, Luanda. En
su país natal estudió arquitectura. Debido a las circunstancias que
en ese momento se vivían en su país, Angelina, decidió emigrar
hacia Uruguay en el año 1999. Después de unos años instalada en
Montevideo se anima a escribir su historia en el libro “Angelina,
las huellas que dejó Angola”, que superó sus propias expectativas
al ir ya por la 4°Edición.
Es
un libro que puede ubicarse en el género autobiográfico como luego se explicará.
Actualmente desempeña un papel muy importante y comprometido con la
sociedad, en su mayoría femenina, ya que muchas mujeres nos sentimos
identificadas con las vivencias que pudo superar. Brinda servicios en
el Departamento de Asistencia de Víctimas de Violencia Doméstica,
en la Asociación Española. Es expositora y brinda cursos sobre el
tema. Es divorciada y posee dos hijos. Vive en Montevideo, y
es ciudadana legal de nuestro país.
La
obra al estar escrita por una persona que no se dedica a la escritura
profesional, se tiene en cuenta que no solo tiene un valor literario
sino humano, nos interesa la vida de Angelina y eso trasciende lo
meramente literario. De ahí que el libro motiva, y que en muchas
ocasiones se la haya invitado a conferencias con público interesado
en su historia de superación. Tuvo la colaboración literaria de Andrea Blanqué pero solo por motivos idiomáticos según lo señala Angelina.
Angelina,
las huellas que dejó Angola
Es
un libro autobiográfico escrito por Angelina Vunge que fue
presentado el 22 de agosto de 2013. Compuesto por diversos capítulos
los que cuentan su increíble y superadora historia de vida, basada
en sus recuerdos de niña. Luchadora por la igualdad de género y
respeto a la raza humana.
El
título presenta un carácter metafórico y significativo,
principalmente en la palabra “Huellas”. No solo las huellas
quedaron en su estructura física, sino también en sus recuerdos y
en su corazón. Tuvo que vivir situaciones muy difíciles, las cuales
pudo superar con micho empeño y esfuerzo. Hoy por hoy son solo
huellas las que quedan y este libro ha servido de gran ayuda no solo
para ella, sino también, para las personas que en algún momento se
sintieron identificadas con Angelina.
Soy
Angelina Manuel Vunge
Aquí
me cambiaron el nombre, porque el apellido de mi padre en Uruguay se
debe colocar en primer término. En Angola, en cambio, el apellido
que utilizan las personas es el de la madre. Entonces ahora
simplemente me llamo Angelina Vunge, desde que emigré a este país
latinoamericano, 12 años atrás.
Nací
en 1978, en plena guerra civil angolana. Hacía muy poco tiempo que
Angola había dejado de ser una colonia portuguesa. Apenas tres años.
Éramos un país independiente, pero en guerra.
Toda
mi vida en Angola, desde que llegué al mundo hasta el año 1999 en
que emigré a Uruguay, debí convivir con una guerra sangrienta que
asoló mi país. Como muchos angolanos, desde muy pronto ansié salir
de ese círculo eterno de violencia a través de la emigración. En
Luanda, la capital de Angola, trabajé como camarera en el
restaurante de la ONU, y allí conocí a muchos integrantes de los
Cascos Azules de todas las nacionalidades. Entre ellos, uruguayos.
Así comencé a comprender qué era Uruguay.
Cuando
decidí con firmeza emigrar, dos uruguayas pertenecientes a la misión
me propusieron venir a Uruguay. Me determinó a elegir este país que
ellas me aseguraron que en esta tierra nunca había…ni
habría…guerra.
Y
aquí estoy. Tengo dos hijos uruguayos. Los crío sola, los amo y no
les falta nada. Tengo una casa, donde he cuidado desde el primer día
el jardín. Trabajo como administrativa en una gigantesca
institución, en la que los uruguayos llaman una “Sociedad Médica”.
Poseo amigas uruguayas a quienes llamo “madre”, “madrina”,
“primas”. Y también cuento con la familia de mis hijos, gente a
quien quiero y veo con frecuencia. Hablo español con fluidez. Medito
a menudo emprendimientos para realizar aquí: montar una suerte de
lanchería, o un restaurante de comida angolana, o un centro cultura,
e incluso una peluquería donde hacer los maravillosos peinados
africanos.
Estoy
viva. Podría estar muerta, desde hace muchos años.”
Es
esta la primera parte del libro de Angelina, en el cual ella se
presenta a sí misma. Para que realimente sea una autobiografía
tiene que haber coincidencia entre autor, personaje y narrador. El
nombre real del autor aparece ya en el título el libro.
Un
texto autobiográfico lleva ese calificativo no solo por el nombre,
sino también por el contenido.
Es
un relato retrospectivo en prosa que una persona real hace de su
propia existencia, poniendo énfasis en su vida individual y en la
historia de su personalidad.
Lejeune
NACÍ Y VIVÍ EN GUERRA
“Nací
y viví en guerra” es
uno de los capítulos más conmovedores de su libro, en el cual
cuenta los comienzos de su vida en Angola, existieron momentos que al
parecer marcaron de lleno en su vida. En ese lugar y en ese tiempo
ocurrían hechos inexplicables, los cuales implicaban exterminios
masivos de personas, para nosotros sin explicación. Estaban en juego
muchas riquezas ya sean, tierras, diamantes y petróleo.
En
ese momento la vida era como un juguete, el cual los habitantes de
las aldeas la consideraban valiosa, para que luego los soldados
acaben con ella. No era justo que se prepare a niños para la guerra,
ni tampoco alejar las familias entre sí.
Por
lo que se cuenta en el libro, eran muy pocas las personas que podían
salir de esa situación, es más, el que se arriesgaba probablemente
hoy le falte algún miembro de su cuerpo. Angelina refiriéndose a
historias que les fueron contadas sobre los hechos de extrema
violencia dice: “si
las hubiera vivido no estaría aquí hablando de ellas”.
El
capítulo de este libro me llamo la atención para trabajarlo ya que
en este momento el mundo está pasando por situaciones similares a
las que vivió Angelina, de niña y en su juventud. El paso del
tiempo en lo único que ha avanzado y hecho cambiar es en las
tecnologías y armamentos para destruir, no para hacer el bien, ni
tratar de conciliar. Es increíble que hace años, amigas de Angelina
hayan muerto por causas sin justificación y hoy año 2015 ocurre lo
mismo, con niños que no entienden siquiera que es lo que está
pasando.
COMUNICACIÓN TELEFÓNICA CON ANGELINA
Angelina
respondió a una serie de preguntas que me eran inquietantes:
- ¿Te hacía bien recordar mientras escribías tus propias historias?
“Si,
le hacía bien. A pesar de que nunca fue una idea que surgió de
ella, escribir el libro le hizo bien. Alem García fue quien se lo
propuso.”
- ¿Por qué tienes algo importante que contar?
“Las
situaciones contadas en el libro, son circunstancias que todos
sabemos que existen, pero a nadie le gusta hablar de ello. Hay
situaciones muy delicadas como la falta de respeto hacia la intimidad
de la mujer, esto con frecuencia no se habla, no solo por miedo, las
mujeres luego son señaladas por las calles.
El
uso de la gente reclutada, las violaciones, secuestros. No tienen un
buen fin.
Angelina
es una persona muy valiente la cual arriesgo mucho de sí para salir
de Angola y en el momento de escribir su libro. Por las denuncias
realizadas a su país, posiblemente no pueda entrar a éste. Aquí se
muestra la cobardía de grandes “entidades” que no aceptan una
palabra justa y de verdad.
Este
libro sirve como terapia para muchas mujeres, ya, que presenta muchos
momentos de superación.”
- ¿Qué consideración tiene sobre el género autobiográfico?
Todo
lo que Angelina escribió según ella, salió todo del interior, fue
igual a cuando alguien se sienta en el psicólogo y cuanta lo que le
sucede para sacar todo. A medida que recordaba situaciones
desagradables, a ella no la entristecían sino, que la fortalecían
para su presente y futuro. Mucha gente no puede creer que haya vivido
esas situaciones, ni mucho menos vivir para plasmarlo en un libro y
así poder ser de ayuda.
Andrea
Blanqué (escritora y docente de literatura) le dio la forma al
libro, y además ajustó detalles de idioma. No alteró el contenido.
En
simples palabras Angelina dice: “Es
algo que va naciendo y sale del corazón”. Estuvo
enfocada en sentimientos humanos y no de estilo académico.
Las
autobiografías al parecer tienen más aceptación en el público,
debido a que todo lo dicho, ocurrió. Es una persona igual a nosotros
que pasó por situaciones de diferentes niveles. Y muchas veces como
me ocurrió a mí, nos sentimos identificados con los personajes.
El
acercamiento que tuve con Angelina fue muy agradable, encontré en
ella una persona llena de alegría y con muchas ganas de vivir. En la
conferencia que concurrí en el Liceo, el cual asistió Angelina
junto al Dr. Alem García, me sorprendió mucho su personalidad, al
leer el libro llegué a comprender muchas cosas pero no creía
posibles en una persona. Al conocerla en el encuentro me di cuenta
que como ella contaba en su libro, así era. Llena de humildad, sin
resentimientos, cariñosa, simpática, amable, logra ponerse y
comprender a las personas. Luego de ese día pudimos entrar en
contacto y conoceros más aún. He viajado a verla, conocí a sus
hijos y conocí con más detalles su vida en una charla de sobremesa.
Sería muy bueno que todos tengamos un poco de esa Angelina Vunge que
irradia tanta energía. Sin conocer su historia, una persona nunca
diría que habría pasado por tantas situaciones, y todavía que haya
sobrevivido a tales.
Me
llena de orgullo pertenecer al mismo género que ella, y saber que
todas podemos ser MUJERES VALIENTES Y LUCHADORAS como Angelina Vunge.
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