INTRODUCCIÓN A
CURSO DE LITERATURA 5H1.
LA ILIADA.
HOMERO. (fragmento)
Canta,
oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó
infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas
valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves
cumplíase la voluntad de Zeus desde que se separaron disputando el
Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles.
¿Cuál de los dioses promovió
entre ellos la contienda para que pelearan? El hijo de Leto y de
Zeus. Airado con el rey, suscitó en el ejército maligna peste, y
los hombres perecían por el ultraje que el Atrida infiriera al
sacerdote Crises. Éste, deseando redimir a su hija, se había
presentado en las veleras naves aqueas con un inmenso rescate y las
ínfulas de Apolo, el que hiere de lejos, que pendían de áureo
cetro, en la mano; y a todos los aqueos, y particularmente a los dos
Atridas, caudillos de pueblos, así les suplicaba:
¡Atridas y demás aqueos de
hermosas grebas! Los dioses, que poseen olímpicos palacios, os
permitan destruir la ciudad de Príamo y regresar felizmente a la
patria! Poned en libertad a mi hija y recibid el rescate, venerando
al hijo de Zeus, a Apolo, el que hiere de lejos.
Todos los aqueos aprobaron a
voces que se respetara al sacerdote y se admitiera el espléndido
rescate; mas el Atrida Agamenón, a quien no plugo el acuerdo, le
despidió de mal modo y con altaneras voces:
No dé yo contigo, anciano,
cerca de las cóncavas naves, ya porque ahora demores tu partida, ya
porque vuelvas luego, pues quizás no te valgan el cetro y las
ínfulas del dios. A aquélla no la soltaré; antes le sobrevendrá
la vejez en mi casa, en Argos, lejos de su patria, trabajando en el
telar y aderezando mi lecho. Pero vete; no me irrites, para que
puedas irte más sano y salvo.
Así
dijo. El anciano sintió temor y obedeció el mandato. Fuese en
silencio por la orilla del estruendoso mar; y, mientras se alejaba,
dirigía muchos ruegos al soberano Apolo, a quien parió Leto, la de
hermosa cabellera:
LA
ODISEA. HOMERO. (fragmento)
Cuéntame,
Musa, la historia del hombre de muchos senderos que
anduvo errante muy mucho después de Troya sagrada asolar;vió muchas
ciudades de hombres y conoció su talante,y dolores sufrió sin
cuento en el mar tratando de asegurar la vida y el retorno de sus
compañeros. Mas no consiguió salvarlos, con mucho quererlo, pues
de su propia insensatez sucumbieron víctimas,¡locas! de Hiperión
Helios las vacas comieron, y en tal punto acabó para ellos el
día del retorno. Diosa, hija de Zeus, también a nosotros,cuéntanos
algún pasaje de estos sucesos.
Ello es que todos los demás, cuantos habían escapado a la amarga
muerte, estaban en casa, dejando atrás la guerra y el mar. Sólo él
estaba privado de regreso y esposa, y lo retenía en su cóncava
cueva la ninfa Calipso, divina entre las diosas, deseando que fuera
su esposo
Y
el caso es que cuando transcurrieron los años y le llegó aquel en
el que los dioses habían hilado que regresara a su casa de Itaca, ni
siquiera entonces estuvo libre de pruebas; ni cuando estuvo ya con
los suyos. Todos los dioses se compadecían de él excepto Poseidón,
quién se mantuvo siempre rencoroso con el divino Odiseo hasta que
llegó a su tierra.
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